Cuando el filósofo busca junto a los poetas (...) lecciones de individualización del mundo, se convence pronto de que el mundo no está en el orden del sustantivo sino en el orden del adjetivo. Si se reconociera en los sistemas filosóficos referentes al universo la parte que corresponde a la imaginación, se vería aparecer un germen, un adjetivo. Se podría dar este consejo: para encontrar la esencia de una filosofía del mundo, buscad el adjetivo (Gastón Bachelard, La poética del espacio)

o c r e h i s t o r i a d e r i b e t e s y f l o r


(capítulo que pertenece a la novela Desde los Ojos de Antonia)

Bella puerta cancel.
Elegante altura de hierros torcidos vueltos ribetes y flor. La mira Antonia desde una esquina, con el sol de mediodía que todo deja ver. Hasta aquel recuerdo que se dibuja en voces, gente de otro tiempo, gente de ella tras los ribetes ocres de esa puerta cancel.

Despacio, a historia lenta, se acerca.

Todo como muerto dentro. Pero no. Bulle en recuerdos y recorre Antonia los hierros de marrones óxidos en flor. Los recorre y brotan sus ojos la emoción.

Su cara hurga de párpados en nostalgia los olores de esa casa.
Vienen los queloscumplasfeliz, las piñatas para tantos chicos, el papá noel de mil regalos que, al final, nunca lo vio entrar por ahí.
Brotan sus ojos, y saluda la abuela a la niña buena venga quelehagononinoni, duérmase mi niña, duérmase.
Cuánta presencia los años antiguos. Cuánto el fresco aire de entrada la casa le regala los recuerdos, las tardes de verano en chicharra, el heladero de transversal voz en las calles sin nadie. Empapan los recuerdos las bombitas splash y agua para todos lados en carnaval del barrio.

Tanto del abuelo tiene ella, tanto. Y ahora se lo dicen las flores de esbelto hierro tras esa bella, eterna puerta cancel.
Nada es para muchos ese fresco, el chirriar de hierros cuando la puerta abriéndose. Tanto es su historia, un cúmulo de olores, cobijos, tras esa florida esbeltez.

Torna la cabeza Antonia y ve los jazmines del cabo de al lado. Alborotados hasta la vereda, toma 4, 6 y vuelve a la puerta de su niñez. Tira dentro las flores, las regala al pasado, y promete volver otra vez.
Cuánto sabe la historia de una. En la grilla hoy será el poroto de la vejez.


(más en la novela Desde los ojos de Antonia)


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